Praga, la capital de la República Checa, es conocida por su impresionante arquitectura y su rica historia. Conocida como la «Ciudad de las Cien Torres», Praga es un destino imperdible para aquellos amantes de la historia y la cultura. En este artículo, nos adentraremos en los rincones históricos de Praga, descubriendo sus monumentos más emblemáticos y conociendo la historia que los rodea.

El Castillo de Praga

Uno de los lugares más emblemáticos de Praga es sin duda el Castillo de Praga, una imponente fortaleza que se alza sobre la colina de Hradčany. Construido en el siglo IX, el Castillo de Praga ha sido testigo de siglos de historia y ha sido residencia de reyes y emperadores. En su interior, el castillo alberga la Catedral de San Vito, una obra maestra del gótico que data del siglo XIV. También podemos encontrar el Antiguo Palacio Real y la Basílica de San Jorge. Recorrer los jardines del Castillo de Praga es sumergirse en la historia de la ciudad y disfrutar de unas vistas impresionantes de Praga.

El Puente de Carlos

Otro de los lugares más conocidos de Praga es el Puente de Carlos, una joya arquitectónica que data del siglo XIV. Este puente medieval, construido bajo el mandato de Carlos IV, conecta la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana. Adornado con más de 30 estatuas barrocas, el Puente de Carlos es uno de los puntos de encuentro más populares de la ciudad y un lugar ideal para disfrutar de las vistas del río Moldava.

La Plaza de la Ciudad Vieja

La Plaza de la Ciudad Vieja es el corazón de Praga y uno de los lugares más animados de la ciudad. En esta plaza histórica, podemos encontrar el famoso Reloj Astronómico, una obra maestra del siglo XV que todavía sigue funcionando. Durante todo el día, los turistas se agolpan en la plaza para ver el espectáculo de las figuras animadas del reloj, que dan paso a cada hora. La Plaza de la Ciudad Vieja es también el lugar ideal para disfrutar de la arquitectura medieval de Praga y de los numerosos cafés y restaurantes que la rodean.

El Barrio Judío

El Barrio Judío de Praga, también conocido como Josefov, es uno de los rincones más interesantes de la ciudad. A pesar de haber sufrido numerosas persecuciones a lo largo de la historia, el Barrio Judío conserva un importante legado cultural y arquitectónico. En este barrio, podemos visitar la Sinagoga Vieja-Nueva, la Sinagoga Española y el Antiguo Cementerio Judío, donde están enterrados personajes ilustres de la comunidad judía de Praga. Recorrer las estrechas calles del Barrio Judío nos transporta a otra época y nos permite conocer la historia de esta comunidad.

El Barrio de Malá Strana

Malá Strana, o el Barrio Pequeño, es uno de los lugares más encantadores de Praga. Situado en la falda de la colina del Castillo de Praga, este barrio conserva su encanto medieval con sus calles empedradas y sus casas de colores. En Malá Strana podemos visitar la Iglesia de San Nicolás, una joya del barroco que data del siglo XVIII. También podemos pasear por los Jardines de Valdštejnská, un oasis de paz en medio de la ciudad. Malá Strana es el lugar ideal para perderse por sus callejuelas y disfrutar de la atmósfera bohemia de Praga.

Praga es una ciudad llena de historia y cultura, con rincones históricos que nos transportan a épocas pasadas. Desde el Castillo de Praga hasta el Barrio Judío, la capital checa nos ofrece un paseo por la historia europea. Recorrer los rincones históricos de Praga es adentrarse en un mundo de leyendas y tradiciones, donde cada rincón nos cuenta una historia. Sin duda, la Ciudad de las Cien Torres es un destino imprescindible para aquellos amantes de la historia y la arquitectura.