Siempre me han llamado mucho la atención las Islas de las Azores por ser un destino que aún no está explotado y en la que la mayoría de las actividades y sitios para ver están conectados plenamente con la naturaleza. Parece raro pensar que unas islas cercanas a la península y con gran atractivo aún no estén invadidas por turistas pero, por suerte, así es.

La Isla São Miguel es la principal y la isla más grande del archipiélago de las Azores. Aunque hay mucho que hacer y que ver, se puede organizar la visita perfectamente “diviendo” la isla en tres, es decir, un día visitamos el oeste, otro día el centro y el último día el este.

visitar sao miguel azores

Nos alojamos en Ponta Delgada, que es la capital de São Miguel y la zona más próxima al aeropuerto.

Primer día

Llegamos al aeropuerto de Ponta Delgada João Paulo II desde el aeropuerto de Lisboa, alquilamos un coche y cogemos rumbo al alojamiento a soltar las maletas y empezar nuestra aventura.

Recorremos la autovía hasta llegar a la Ponta da Ferraira, una zona de baños termales increíbles, además de unas vistas preciosas en el Pico das Camarinhas. Subimos un poco más al norte para ir a las Poças sul Monasteiros, unas piscinas naturales formadas por estructuras rocosas.

pocas sul monasteiros

Zona Poças sul Monasteiros

Por la tarde visitamos “Sete cidades”,  sin duda una de las excursiones más espectaculares del viaje, hay tantos lagos asombrosos que puedes perderte en ellos, aquí se encuentra una de las 7 maravillas de Portugal: las “Lagunas verde y azul”.

lagunas verde azul azores

Lagunas Verde y Azul

Próximas a esas lagunas se sitúa la caldeira das Sete Cidades, una caldera formada por el colapso de un cráter y las Vistas do Rei, que presenta el desafío de tener que adentrarse en el bosque, recorrer y subir por un camino natural para llegar a descubrir que, desde luego, son vistas unas vistas dignas de un rey.

Vistas do Rei

Finalmente visitamos el último lago de la parte oeste, el Lagoa.

Vistas do Rei

Vistas do Rei

Por la noche y, para descansar paseamos y nos perdimos por las calles de Ponta Delgada, un paseo totalmente recomentable.

Segundo día

En este segundo día, nos dedicamos a ver iglesias y conventos, la Laguna do Fogo, un espectacular crácter volcánico rodeado de montañas y lo más increíble: la Caldeira Velha, una zona de piscinas naturales que se bañan con cascadas de la Sierra de Água de Pau. Hay que adentrarse por un camino de vegetación hasta llegar a las piscinas hasta llegar a una zona con dos estanques de agua, uno con una temperatura de aproximadamente 26º y la otra de aproximadamente 40º, es un momento para relajarse y evadirse de todo mientras tomas un baño rodeado de vegetación.

caldeira velha azores

Tercer día

El último día lo dedicamos a visitar las zonas de las reservas forestales, a pasear por el curioso pueblo de Furnas, un pueblo asentado en una zona donde el magma se encuentra muy cerca de la superficie y podemos ver lodos hirviendo y percibir un fuerte olor a azufre.

furnas sao miguel azores

El pueblo de Furnas

Para poner el broche de oro a nuestra visita, a relajarnos y despedirnos de la isla en la Poça de Dona Beija, piscinas de aguas termales de aguas ferrosas con aproximadamente 30º, espectaculares pero no está tan en contacto con la naturaleza como las de Caldeira Velha.