Generalmente, los españoles no valoramos mucho Portugal simplemente por su cercanía y por sus similitudes (clima, paisajes, personalidad de los habitantes, etc). Pensamos que es mejor viajar a países más lejanos que puedan ofrecernos otro tipo de vida y de aire, pero la realidad no es así. Hay miles de razones por las que visitar Portugal; increíbles playas, hermosos paisajes, monumentos memorables, hoteles baratos, etc. El país tiene un encanto innato, no sabes qué tiene pero enamora.

Visitar Lisboa

Lisboa es mágica, es bohemia y es histórica. Simplemente por esos rasgos merece la pena visitar y conocer la ciudad. Ver sus famosos tranvías amarillos y subirse en ellos para recorrer el centro es lo más típico, pasear por los adoquines de los antiguos barrios, observar los edificios con sus ventanales y sus famosas losetas, ver el puente 25 de abril para asombrarse de su historia y la grandeza que representa, llegar hasta Belém y conocer el Monumento a los Descubridores y la Torre de Belém, etc. esto es sólo una síntesis de lo que puede ofrecerte y que puedes visitar en solo 3 días.

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Tranvía de Lisboa

¿Qué ver?

Lo bueno de Lisboa es que es una capital relativamente pequeña, barata y fácil de manejar. En el centro de la ciudad podemos pasear por la Baixa, Alfama, Chiado y Bairro Alto. Baixa es el corazón de Lisboa, es la parte más llana y más comercial. Aquí puedes encontrar las plazas más famosas como la Plaza de Rossio, la Plaza de Restauradores y la famosa Plaza de Comercio, famosa por sus fachadas amarillas y por ser antiguamente la puerta al comercio marítimo.

Alfama es el barrio con más encanto de Lisboa y el más antiguo, aquí se encuentra la catedral románica, la Sé y las ruinas del Castelo San Jorge, donde podemos tener una de las mejores vistas. Podemos disfrutar de miradores espectaculares, bares para escuchar fado (música tradicional portuguesa) y del Mercado da Ladra, un mercadillo de segunda mano.

Chiado es una de las zonas más elegantes, podemos descubrir comercios, librerías y acceder al Elevador de Santa Justa. Por la noche, Bairro Alto es la mejor opción, callejuelas con mucho encanto repletas de bares y de gente para conocer. Existen multitud de hoteles en esta zona de Lisboa para disfrutar de sus calles.

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Torre de Belém

Más alejado del centro y pasando por el famoso Puente 25 de Abril, se sitúa Belém, próximo al río Tajo y la zona más turística de Lisboa. En esta zona podemos visitar el Monumento de los Descubridores, la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos y curiosamente la fábrica de los Pasteles de Belém, un postre típico y riquísimo.

Estas zonas son de vital importancia en la visita pero si aún te queda tiempo, recomiendo relajarse en sus preciosos miradores al atardecer, Lisboa tiene unas vistas impresionantes. También aconsejo visitar el Parque de las Naciones, el Oceanário, Plaza Marqués de Pombal, etc. o incluso pasar por los distritos de Cascais y Sintra. Cascais es un precioso destino donde relajarse en sus playas y ver sus famosos acantilados, el más famoso es el llamado Boca do Inferno. Por otro lado, Sintra es más mágica y es la excursión por excelencia, es un distrito lleno de castillos dentro de un parque nacional, recomiendo visitar todos porque es increíble pero los que más me llamaron la atención fueron la Quinta da Regaleira, el Palacio de Monserrate y el árido Convento de los Capuchinos.

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Monumento a los descubridores

Estuve en Lisboa viviendo 5 meses y, al principio no me llamaba mucho la atención la idea de mudarme allí. Poco a poco la ciudad iba envolviéndome y enamorándome y, al final me conquistó, por eso espero que con mi testimonio os haya picado el gusanillo de visitar Lisboa.